Albertoarzurología
Albertoarzurología
El catedrático de la Universidad de Conética, Lucas Muñoz, más conocido
por el sobrenombre de Mystic Pain, eximio especialista mundial en
Albertoarzurología, ha visitado recientemente nuestra hermosa ciudad dentro de
su habitual periplo anual, gracias a la beca de investigación Nutribén, que
patrocina este mismo periódico, junto con la Fundación Princesa de Portugal, siempre
bajo los auspicios del Ministerio del Ramo.
-
¿Cómo así por esta hermosa ciudad, profesor?
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Puede
llamarme Mystic.
-
¿Forma esta visita parte de su habitual periplo
anual?
-
¿A qué se
refiere?
-
¿Es cierto que, como se rumorea…?
-
Ya sé por
dónde va.
-
Se comenta que el eximio vate pasó por aquí el
año 22 del siglo 21.
-
En
efecto, pero no fue el año 22.
-
¿Ah, no?
-
No.
-
¿Y qué año fue?
-
¡Ah! Lo
contaré en la conferencia. Como usted comprenderá…
-
Sí, claro, pero… perdone. Esto, off the record.
¿Da usted una conferencia? ¿Dónde? ¿A qué hora? Es para mencionarlo en la
entrevista.
Esta misma tarde Mystic Pain dará una conferencia en el Círculo Mágico,
a las siete y media. Mencionará, entre otros aspectos, la estancia en nuestra
hermosa ciudad de nada menos que Alberto Arzua, la figura por excelencia del
siglo pasado, la verdadera referencia para todo estudioso en antigüedades, el
rebrote del espíritu en la primera mitad del siglo, pero no sólo poreso, sino tsmbién por sus
mismos éxitos de juventud a nivel neurogénico, que ningún especialista duda en
calificar de “asombrosos”. En fin, esta figura de primer orden, especialista en
Alberto Arzua, nada menos, nos va a hablar de lo que verdaderamente sucedió
durante el periplo anual, perdón, durante la estancia del asombroso vate,
perdón por la redundancia lejana, y qué
hizo exactamente.
-
Se piensa
que llegó en autobús, aunque no queda constancia.
-
¿Quién?
-
Alberto
Arzua.
-
Por supuesto.
-
¿Y por
qué lo pregunta?
-
Para que quede constancia escrita.
-
Es usted
muy joven.
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Como el gran hombre cuando pasó por aquí.
-
¡Ah, no!
¡Ahí está usted muy equivocado, joven!
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¿Cómo, no era un joven hirsuto?
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¡Qué dice ,hirsuto! ¡Si era calvo! Y de joven, nada.
-
Oh, perdón,, no sabía.
-
Nació en
el 54 del siglo 20.
-
Parece imposible.
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Pues era
normal en aquellos tiempos.
-
Oh, qué sabiduría.
-
No se
mofe, que esto se pregunta hasta en los colegios.
-
Por eso mismo lo digo, ja, ja.
-
Ya, ya.
-
¿Alguna anécdota más?
-
No.
Bueno, sí, la del pan y las esclavas.
-
Pero ésa la sabe todo el mundo.
-
Ah,
entonces me callo.
-
Pues muchas gracias… por la entrevista.
-
¿Aquí
dónde se cobra?
-
¿Perdone?
-
¡Que soy
Mystic River!
-
Será Mystic Pain.
-
Con más
razón.
“Muchos creen que Alberto Arzua nació en Génova, pero esto no es
cierto”. Esta frase tan sugerente es la que da título al último libro del
profesor Mystic Pain, un libro tan volcánico que, nada más salir, ya se está
vendiendo como rosquillas de doble glaseado. Nosotros (yo) no hemos podido leer
el libro porque brotaba tal cantidad de excitación inducida de entre sus
páginas que el mero hecho de cogerlo nos producía aprensión. De todas formas
continuamos (yo) la entrevista como si lo supiéramos todo.
-
Magnífico libro el suyo, Mystic.
-
¿Qué es
lo que le gustó más?
-
Eeeh… El título.
-
Sí, no
está mal.
-
¿A qué se refiere usted, hablando del título,
cuando pretende poner en duda…?
-
Pero… ¿ha
leído usted el libro?
-
Pues… creo que sí.
-
¡Se trata
de la tesis fundamental!
-
¡Ah, sí!
-
Y se
resume en una palabra.
-
Por supuesto.
-
Dígala
usted.
-
No me atrevo.
-
¡Oh! ¡Entonces
la conoce!
-
Por supuesto.
-
¡Bilbao!
-
¡Bilbao, claro, todo el mundo lo sabe: Bilbao!
El catedrático Lucas Muñoz, verdadero nombre de Mystic Pain,
especialista en Alberto Arzua, fue capaz de probar más de un centenar de
pinchos en Bilbao en el corto plazo de dos días, puesto que tenía que volar
inmediatamente a otro punto de gran relevancia para sus estudios.
-
Pues muchísimas gracias por su visita, profesor.
-
No hay de
qué. El saber llega hasta los lugares más recónditos.
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Cierto. ¿Qué quiere decir?
-
Hasta su
mismo pueblucho, periodista, espabílese usted.
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Ah, sí, claro, estamos hablando de esta hermosa
ciudad.
-
De qué si
no.
-
Que está siendo gratificada por los estudios
históricos más avanzados.
-
Cierto.
Como por ejemplo, mi libro.
-
Ah, sí, “Muchos creen que Alberto Arzua nació en
Génova, pero esto no es cierto”. No olviden este título. Despedimos al profesor
en la calle del Dólar, seguro que investigando algo antes de subirse al ferry.
Anécdota del pan y las esclavas.
(en recuadro resaltado)
Sucedió que unas hermosas estudiantes de las Esclavas se empezaron a
meter una barra de pan… entre pecho y espalda… ¡sin darse cuenta de que faltaba
el chorizo! Y da la casualidad que resulta que en ese mismo momento el vate
pasaba por allí… Y ya lo demás cada cual se imagina lo que quiera, se hace su
composición de lugar… algunas muy divertidas, por cierto… y luego la gente las
comparte en los bares. Es muy buena anécdota.
Nota para l redación poner una foto mía, esa en la que salgo feo, junto confLucas Muñoz (Mystic Pain) dirigiéndose al servicio de
caballeros. Fin de artículo, a rotativas.
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