Un Haiku casi

 

La expresión del título, “un haiku casi “, casi es un haiku en en sí  misma, pero no se preocupen los aiku-sedientos, porque más abajo consignaré un haiku de verdad, el haiku razón de ser de este artículo.

Para dar más emoción a la espera voy a contarles un par de cosas acerca del haiku que vamos a leer. La primera es que no cumple con las teóricas condiciones para ser considerado haiku, pero eso nos tiene que dar igual en un mundo tan abierto como el de la poesía  . La segunda peculiaridad de este mi haiku que aquí presento es que no es mío, sino que me lo he apropiado. Plagio, robo, no sé , ustedes juzguen.

Así sucedió la cosa: la chica que lo escribió, una joven masajista, pretendió completarlo con más  versos, pecado muy grave que provocó que el haiku escapara volando, momento en el que yo lo atisbé y me lo apropié…sentimentalmente, porque atraparlo de verdad es imposible como podrán ustedes comprobar al leerlo. Dice así:

 

HOJAS DE COLORES

LUEGO SE CAEN

 

poesía pura: una explosión imposible de sujetar, reventando de vida. Yo simplemente pasaba por allí y lo/la descubrí (o más bien me cayó encima).

 Y eso es todo, que no es poco. Saboreen ustedes, queridos mirones, el poema a su gusto. Yo no me atrevo a decir nada más. Barra libre para ustedes en Comentarios, aquí abajo.


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