EMOTIC O NO

 


LOS EMOJIS Y LA PURETOLOGÍA

 

Emotic o no

 

Los emoticonos (emojis en su versión original japonesa) son unos

dibujinchis, como dirían mis nietas, que sirven para comunicarse sin

necesidad de usar palabras. ¿Y eso está bien, mal o regular? Así de golpe, no

sabría qué decir, primero habrá que sacarle un poco de juguillo al tema.

 

A FAVOR

 

Partidarios

Gente joven, desprejuiciada, amantes de la novedad, seguidores de las modas,

alegres y combativos, tanto pijos como proletas. Influenciables.

 

Corporativo. Principales empresas adscritas a la CCE (Cultura de Calidad Emoji)

Oso Moroso /

Banca Flor

Masa Ya Fun

eQuil & Pato

Runa Moon

Vizcocho Canario

 

Tradición básica de este colectivo peculiar: “ToCarlos”. Fiesta en la verdura

del prado un día indeterminado del año, sujeto a la climatología y a la

inspiración local. Reunión de tribus para comer y bailar, como siempre, pero

con los varones mayores de quince años totalmente desnudos, con sus

colgantes al aire con derecho a ser manoseados por cualquiera, hombre, mujer,

niño o gato. El día siguiente se celebra el “día del dolor de huevos”, y suele

recetarse silencio. Se supone que esta tradición colma las ansias tocapelotas

de la juventud a la vez que atenúa rigideces machistas.

Origen de la tradición. Mítica Batalla entre los pueblos del mar —en lugar

indeterminado a oriente del agua— entre los griegos, los egipcios y los gitanos,

que ganaron estos últimos, exigiendo del todopoderoso faraón Carlos I de

Amarna, un acto de sumisión típicamente nómada: la colgada del escroto con

culo en pompa y el repaso de la bolsa mediante uñas gitanas que, con el paso

del tiempo y la dulcificación de costumbres, se ha ido transformando, a

disgusto de los patriarcas, en un apretado masajeo dígito-carpiano, incluso

indoloro.

 

Argumentos (a favor de la utilización de emoticonos)

RÁPIDEZ. Agiliza la comunicación, al solo necesitar una pulsación para

comunicar algo de mayor o menor complejidad.

SENCILLEZ. Misma argumentación, más la facilidad de elección ente

diferentes opciones.

RICO EN SIGNIFICADOS. En la actualidad existen dibujinchis para significar

todo tipo de estados emocionales y/o respuestas estándar, ampliándose la

oferta constantemente. Se llegará, sin duda, a poder representar cualquier

matiz del alma humana, o casi, que tampoco somos tan diferentes ni

tan complicados.

MODERNO . Esto no hay quien lo dude, pero se hace constar aquí porque para

mucha gente constituye un valor en sí mismo.

AMABLE. Unos besos o unas risas dibujados se hacen más cercanos que las

habituales palabras “te envío besos y abrazos de parte de todos” (que suele

resumirse en “abrazo” a secas) o que el típico “es que me parto de la risa…”

(que suele resumirse en “ja, ja”). Pienso que nos resultan más cálidos y

humanos los emoticonos. Yo he visto a gente emocionarse al verlos, ¡fíjate

cuántos besos me manda! sin restarle importancia por el hecho sabido de que

todo lo que ha tenido que hacer su interlocutor para mandarle los besos ha sido

pulsar con el dedo unas cuantas veces, o incluso —con efecto repetidor—dejar

el dedo pulsado, sin mayor esfuerzo físico ni intelectual. Con el dedo hemos

tocado la fibra de nuestro receptor a distancia, tal es la magia de los

emoticonos.

Es posible que los poetas consigan más efecto con sus palabras que cualquier

mortal con dibujos, pero no todos somos poetas y no todo el mundo suele tener

la paciencia de leer más allá de dos o tres palabras seguidas. Esto es, por

cierto, algo muy a tener en cuenta: la gente, en general, no está acostumbrada

a leer y si se te ocurre la originalidad de escribirles alguna frase con sujeto,

verbo y predicado, quedarás señalado para siempre como un “pesado”

 

EN CONTRA

Partidarios (de estar en contra, entendámonos)

Puretas en general, por diversas razones: clasicismo, perezismo, alacontrismo

histórico, odio del modernukismo, quemedejen enpazismo, a mí que más me

daísmo, que se lo metan por donde lesquepismo, y algún otro ismo que

siempre se podría encuadrar dentro del rancismo (de rancio). Resumiendo,

gente mayor en general, —más de mente que de cuerpo—, carrozas con poca

cintura para el cambio, reacios a que un grupo de chavalitos les marquen el

paso.

 

Corporativo (empresas encuadradas en la “Tradición con Label Arcaico”

Motor y Na

Tim Hadas

Vehículos AP Dahl.es

Oblivion Garduña

Grinder Finder

Lacol

La Auxiliar de Enterramientos

Salus Infirmorum

Perfiles de Berilio

¡Agén! Administración General del Estado de la Nación

 

Tradición básica de este peculiar colectivo: Tocarlas. Al acabar el

espectáculo, cualquier espectáculo, en cualquier sala de espectáculos, los

hombres espectadores se abalanzan, por orden de importancia, hacia los

camerinos de las mujeres artistas, bailarinas y doncellas. Una vez captadas las

hembras (el prócer primario con la prima dona), los machos les manosean a

voluntad sus ubres recónditas, sacadas o sin sacar del todo de entre sus ropas. A

pesar de la general aceptación sumisa de esta antigua costumbre, más o menos

forzada, de esta violación global, la escena siempre reviste tintes de salvajismo

volcánico, de osos hambrientos, lobos esteparios, perros salvajes… o

simplemente de hombres en celo. El dolor de tetas agudo, el que necesita

hospitalización, tiene su génesis en estos asaltos.

 

Origen de la tradición. Ignoto, cualquier barbaridad machista, ¿las Sabinas?,

quizás genético.

 

Argumentos (en contra del uso de los emoticonos)

EMPOBRECE nuestro vocabulario. Sí, cierto, pero enriquece nuestra

iconografía; vaya lo uno por lo otro.

NOS INFANTILIZA. Este argumento suele condensarse en “lo simplifica todo

demasiado, no somos niños… No le veo recorrido a la queja, excepto en

acomplejados. ¿Más fácil? Pues mejor.

POCO SERIO. ¿¿Y eso es malo? Dependerá de contextos,.. ¿formal, amoroso,

amistoso, financiero? Aunque quizá dependa más del receptor que del

contexto: imaginemos a un contable dicharachero o a una novia juguetona.

Te HACE PEREZOSO Contemplo aquí dos aspectos: la pereza de pensar qué

escribir, y la pereza de hacerlo. El primer caso se trata en el argumento

siguiente, y en el segundo es obvio que siempre resultará más trabajoso

teclear palabras letra a letra que pulsar sobre un emoticono, sobre todo si

exigiéramos mantener las reglas gramaticales y ortográficas, al contrario de lo

aconsejado por algunas personalidades de la talla de Unamuno, García

Márquez o Juan Ramón Jiménez, que abogaron por la eliminación total de las

tildes y de las haches mudas, entre otras simplificaciones que harían más

accesible nuestro idioma y le permitirían evolucionar sin trabas.

Traigo esto a colación comentando el argumento de la pereza porque estas

personas anti-emojis suelen ser las mismas que exigen que en cualquier

circunstancia, por ejemplo, en la hoy en día habitual circunstancia WhatsApp,

se escriba con todas las reglas ortográficas: tildes, signos de entrada y salida

en interrogaciones o exclamaciones , comas, paréntesis , mayúscula tras

punto y seguido…a pesar de la tortura que supone adquirir tales destrezas en

el teclado de un teléfono móvil. Yo, en parte, les entiendo, considero muy feo

escribir “cajon” (y más feo todavía leerlo, “cájon”), pero tampoco hay que

exagerar. Observemos, por curiosidad, el singular caso del emoji “?”, ese que

se retuerce dudando sobre un punto determinado, y que utilizamos como

sustituto de las palabras “no entiendo lo que has querido decir’, o similar. Hasta

ahora a nadie ha molestado la utilización este emoji —llamado ”signo de

interrogación”—; será porque al no llevar colores, parece más serio.

ATONTA. Opinan estos “contrarios” que, como pensamos con palabras, al dejar

de utilizarlas —o utilizar menos—, pensaremos menos y/o peor: nos

atontamos. Pero no pensamos elusivamente con palabras, también lo hacemos

con imágenes y sensaciones, incluso con sonidos; el pensamiento matemático,

por ejemplo, suele ser más visual o simbólico. Además, la inteligencia no

depende únicamente del lenguaje, creer eso es un craso error, aunque con un

vocabulario mayor es evidente que uno se podrá expresar con mayor precisión.

Resumiendo, el uso de los emojis no te atonta necesariamente.

 

Para ir cerrando el tema de los dos bandos contrarios considero sano y

oportuno incorporar una rápida sinopsis a la contra a cargo del letrado del

demonio.

RÁPIDA SINOPSIS A LA CONTRA DEL LETRADO DEL DEMONIO

 

Mi deber como abogado del diablo (supongo que ya se habrán dado ustedes

cuenta) es poner en duda todo lo susceptible de ser puesto en duda (un pedo,

por ejemplo, no lo sería).

Lo primero que observo en esta pugna es una especie de pereza mental

endémica que afecta tanto a los partidarios de los imochis como a sus

detractores, y que les impide imaginar a lo grande. Imaginemos nosotros en su

lugar qué ocurriría si la utilización de los emojis fuera creciendo hasta saturar

las comunicaciones, expulsando del sistema a letras y palabras... Imaginemos

un lenguaje como el chino donde no hubiera palabras sino emojis a la manera

de ideogramas. “Buenos días”, por ejemplo, podría representarse como un sol

seguido de unos aplausos… y se nos podrían ocurrir muchas más

combinaciones de imochis y muchas más maneras de combinarse que

enriquecerían el flamante nuevo idioma. ¿Sería posible algo así? No lo sé, ¿qué

piensan ustedes? Imaginen libros sin palabras, solo con emojis, una verdadera

chinada (carita sonriente). ¿Sería bueno… malo… o nada, simplemente sería…

simplemente distinto? Pensarlo es divertido. Sugieran ustedes en

Comentarios —si les apetece— combinaciones de emojis con nuevos

significados

 

Como colofón a la publicación de este artículo innecesariamente largo siento

el prurito profesional de declarar bien alto que LAMENTO LA PUBLICACIÓN

DE ESTE ARTÍCULO, por las siguientes razones:

 

- Innecesariamente largo. ¿No les pica a ustedes la vista?

- Falto de criterio. Plantearse hoy en día: imochi, ¿sí o no? es como si una máquina de pedos se planteara: culos, ¿sí o no?

- Inoportuno. Esta discusión no tiene sentido al estarse produciendo pocas semanas antes

de la publicación de las anheladas conclusiones de la conocida como

Asamblea Global Imochi (antes: asamblea de Distrito), que se está celebrando en

Königsberg, teniendo como participantes a Rusia, China, Japón continental,

Irán y la Disney. incluso sin tener en cuenta este evento, opinar hoy en día

acerca del tema imochi resulta tan inoportuno como leer el Corán en una Iglesia

cristiana, o, peor aún, como recitar la Biblia en una mezquita (imochi de susto).

anacrónico y reaccionario

. Expongamos algunas otras comparaciones para visualizar bien la gravedad

del asunto. Dudar de la conveniencia de los imochis sería como dudar de las

bicicletas en un paso peatonal de Ámsterdam, o como dudar de los calzoncillos

largos en el invierno de Pekín. Hacerlo, además, a la manera infantil de este

larguísimo artículo que ya vamos finalizando, es de traca: Parece escrito por un

infante de 12 años para el periódico de su colegio en el Bronx. De hecho, te

entran ganas de fumigar —inocua e incluso saludablemente– la clase del niño,

su periódico, el colegio, y a todo el Bronx. Que Dios y el Black Lives Matter me

perdonen (sobre todo estos últimos), pero es que la última comparación del

niño pindongo ha sido como para levantarse a desayunar y que sea la hora de

la cena, un descuadre total… que hace necesaria más que nunca la pastilla

contra el Alzhéimer

- Peligroso

O como quitar el agua de golpe cuando estás nadando en una piscina

Y con este pequeño accidente que se arregla con tiritas, me despido

recomendándoles:

 

MODERACIóN MODERADA

(y no olviden la pastilla)


?El Araña¡

Este ultra delirante artículo se presentará en el Festival Delirium De Aluche, del año que viene, estamos en plazo.


Comentarios

  1. Brazo de tu ralea.
    Botará el de azur.
    Beata era dulzor.

    ResponderEliminar
  2. e-Mochi marchando
    https://www.youtube.com/watch?v=wTQvLyVvqHw

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comenta lo que te dé la gana

Entradas populares