Tamerlán, la espada del Islam
Última hora: los antiguos mongoles adoraban a TENGRI, el dios
sol, una entidad que no contemplaba el vacío y cuyo símbolo era una cruz
equilateral inscrita en en un círculo. Estos tengrianistas se fueron haciendo
islamistas a medida que conquistaban territorios
de nombres tan sugerentes como la Horda de Oro. Su caudillo Tamerlán (Timur el
cojo), uno de los mayores asesinos de la historia (título muy disputado: Hitler,
Stalin. Mao...) se hacía llamar La Espada del Islam, y se calcula que mató a unos
17 millones de personas, dejando pruebas de ello en enormes enormes fosas
comunes y en sus famosas pirámides de cráneos.
Para compensar, fundó Samarcanda, la mítica ciudad de la Ruta
de la Seda.
Me ha inspirado este artículo el magnífico libro del filósofo
francés Rémi Brague, Sobre el Islam donde se da buena cuenta de esta
religión/civilización, que profesan, entre otros, nuestros amigos los palestinos.
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