Antropología moderna
Euskal Institutoa (el Instituto Científico Vasco) ha
publicado un Antropolojiko Estudioa (estudio antropológico), que ha sido
saludado por la comunidad científica internacional como la mayor aportación a
la ciencia social desde las históricas intuiciones de Darwin.
El estudio, realizado en connivencia con el Anatoliye Bilim Enstitüsü
de Turquía, pretendía indagar en las características emocionales de los hombres
y mujeres primitivos y primitivas. Para ello, —y siguiendo la estela de las
investigaciones llevadas a cabo en el Creciente Fértil por expertos turcómanos
en comunicación oral antigua— se han realizado prospecciones en pueblos y
aldeas de todo el Territorio recabando las canciones más antiguas de cada
localidad. Este trabajo tan arduo, de años de penosas indagaciones entre gentes
poco afines a la colaboración desinteresada, dio por fin sus frutos el pasado
verano cuando, en un recuesto de bancales en las laderas de Lekeitio, una becaria
capturó la siguiente canción, representativa de una época anterior a las
ciudades y a la civilización, una época
en la que los hombres salían a cazar o a pescar, y las mujeres se uedaban en
casa, pasando hambre, hasta que volvían los proveedores del condumio, los
mismos que poco después fundarían el
patriarcado, fíjense ustedes si el tema es antiguo… y, por tanto, auténtico y valioso.
La canción, que explicamos después, dice así:
Ardora
Ba dator ardora
Esna gizon egin
Neskak
Sardina zain
Dauta
La ardora
Llega la ardora
Despiértate, hombre
que las mujeres
están esperando la sardina
La ardora es el brillo de los bancos de sardinas en la
superficie del mar. Aquí se le avisa al hombre de que hay sardinas y que salga
a pescar, porque la mujer tiene hambre. Otra lectura, metafórica, nos dice que
las mujeres, ardorosas, están precisamente esperando la “Sardina” del hombre y
urgen por ella.
Este tipo de cantos donde la mujer espera al hombre, son
típicos de la época de los cazadores recolectores, como bien demostraron los
trabajo ruso-turcos en diferentes regiones
asiáticas, aunque sea esta la primera vez en Europa que se prueba la
dependencia ísica y emocional de la mujer respecto al hombre… en tiempos
pre-históricos, por supuesto.
Dicho sea todo esto sin menoscabo del feminismo, solo
faltaba.
Como addenda al trabajo, el Institutua presentó una serie de
canciones de otras épocas que corroboran la importancia del componente erótico (en
ambas direcciones) dentro de la psique vasca de todos los tiempos. Así por
ejemplo, la conocida canción Maritxu nora zoaz, convenientemente deconstruida, ha
podido por fin entenderse cabalmente.
Maritxu nora zoaz
Eder galant hori?
Irurrira Bartolo
Nahi ba duzu etorri
Iturrian zer dago
Ardotxo zuria
Biok edango degu
Nahi dugun guztia
A dónde vas, Marichu
¿Con ese chico guapo?
Voy a la fuente, Bartolo…
si quieres venir
¿Y qué hay en la fuente?
Vinillo blanco,
los dos beberemos
Todo lo que queramos
En este caso se ha reinterpretado el vinillo blanco y la fuente en un sentido rotundamente sexual.
Los investigadores han creído ver aquí la demostración de la existencia del
renombrado trío ancestral protovasco (Maritxu, Andoni y el guapo).
Al decir de la experta Josune Gachas, estas investigaciones
reafirman el carácter rudamente sexual de nuestro pueblo y, por ende, de la
humanidad entera, frente a quienes “se la cogen con papel de fumar” (sic).
Siempre pensando en lo mismo.
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