Niñitas
Inciso: esto debería ser considerado material sensible
No diga usted majaderías, don Inciso, hágase un favor a sí
mismo y no abone su fama de impaciente y atolondrado. Espere al final del
artículo para comentar en el lugar adecuado . Ahora, antes de empezar de una vez por todas vamos a
cambiar de párrafo, por descontaminar.
Me gustan las niñitas. Sí, me refiero a las niñas pequeñas
de entre 0 y 5 años aproximadamente. Me gustan mucho, muchísimo. Solo con
verlas todo mi ser se llena de gozo. Es muy sencillo de explicar: ob servar a una
niñita me hace feliz, me pone la sonrisa en el corazón y la paz en el alma. Sé
que hay quien prefiere a los niñitos, y respeto su preferencia, a mí también me
gustan, pero en mi opinión no hay color, un niño me puede parecer simpático,
agradable, chisposo, pero lo que me hace sentir una niñita entra dentro
de lo prodigioso: una explosión incontrolable de felicidad, un sentirse entre
las nubes, una experiencia espiritual a la par que humana, muy humana, la más
humana que todo lo humano del mundo. Por
cierto que ara que el mundo actual me
entendiera mejor quizá tendría que hablar de videos de gatitos, o delindos
pajaritos multi colores, o de unicornios, ,,. o de flores…. o de espectáculos
naturales tales como amaneceres sobrecogedores, o espectaculares cascadas
románticas… o esas super lunas que parecen estar al alcance de la mano. Abrazándote,
más cerca que tu propio aliento. Podría llenar el mundo de palabras para
intentar describir a una sola niñita, el ser más frágil y amable que haya
creado el mundo, pero seamos prácticos,
con imágenes se entiende todo mejor. En el caso de las niñitas, con dibujos,
por supuesto.
Arriba, encabezando este astículo, ti enenUn magnífico ejemplo de niñita. ¿No les parece para tanto? Yo la adoro. Se trata de Oona, la
niñita de Maguila Gorila, unos dibujos animados de los años sesenta
Mi niñita favorita, aparte de mis dos hijas (he tenido la
suerte de que fueran tan graciosas y masticables como la que más) está
contenida en el espíritu del pájaro Piolín cuando repite eso de “me pareció ver
un lindo gatito”.
Mi mejor experiencia de niñita, por ir acabando, la
experimenté junto con mi mujer cuando, recién casados ‘y sin haber hablado
entre nosotros nunca acerca de nada semejante descubrimos” a una niñita de unos tres años, una frágil preciosidad
gordita que no sabía andar pero se emeñaba en hscerlo
de puntillas, en un parque de La Coruña. Fue una sorprendente experiencia de
amor que nos regalaba el mundo y que nos unió más todavía; fuecomo si…, y no
quisiera exagerar ni un ápice en la comparación por no quitarle autenticidad a
aquel momento mágico… fue como si nos encontráramos en presencia de Dios;aquella
frágil y a la vez brutal niñita amalgamó lo espiritual y lo material delante de
una parejas de veinteañeros enamorados , ¡qué experiencia por dios! Dios os
bendiga a todas, preciosas niñitasgracias por existir.
Verdad. Inocencia dulzura. Niñitas. No hay más.
Nota: este artículo se había perdido el éter, para mi desesperacion...
pero alguna diosa (Innana, Ishtar, Astarté, Venus o Afrodita) me lo ha ecuperado. Y yo que me dejo querer.
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