Naturaleza erótica
Érase un tipo que se excitaba eróticamente con las hendiduras
longitudinales que suelen aparecer en las cortezas de los árboles. Esas estimulantes
grietas, también llamadas fisuras, lenticelas, o simplementes rajas, le parecían coños… o
mejor dicho, vulvas. Les pasaba la mano de arriba abajo y arriba. Si tuvieren
por azar el más mínimo agujero, ¡ríete tú de aquellos que se lo montan con cabras!
Era un tipo muy feliz porque árboles hay muchos y no suelen quejarse.
Se me parecía.
Yo tampoco soy racista
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta lo que te dé la gana